Alfonso Malky – ¿Cómo transitar por nuevos caminos? Experiencias alternativas

RESUMEN DE PONENCIA
Bolivia tiene una importante superficie de bosques que aproximadamente corresponde a la mitad de su territorio. Tradicionalmente los bosques han sido vistos como tierras aptas para la expansión agropecuaria o, desde la perspectiva forestal, como fuente de provisión de recursos maderables, sin considerar el gran potencial respecto a la diversidad biológica y a las funciones ambientales que brindan (Plan de Desarrollo Económico Social 2016-2020). Entre estas funciones destacan la regulación hídrica y climática, y la biodiversidad. Según el Centro de Monitoreo de la Conservación del Ambiente, un organismo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Bolivia se encuentra en la lista de países considerados como “megadiversos”, esto, a pesar de ser un país mediterráneo. Asimismo, Bolivia también se encuentra ubicado entre los países que cuentan con los mayores reservorios de agua dulce del mundo. No obstante, y a pesar de ser un país privilegiado en cuanto a disponibilidad de recursos naturales, Bolivia enfrenta serios problemas ambientales, tales como la deforestación y quema de bosques -y sus consecuentes efectos climáticos-, la contaminación de los ríos y lagos, y diferentes tipos de amenazas que afectan a la biodiversidad del país. Estos problemas generalmente surgen porque los temas ambientales no son adecuadamente internalizados dentro de las políticas de desarrollo, o porque los actores económicos no son conscientes de las funciones ambientales de las que se benefician sus actividades productivas. A través de la ponencia se pretende presentar una serie de evidencias sobre la relevancia económica de preservar las funciones ambientales de los bosques, río y lagos, así como plantear algunas acciones que permitan impulsar una discusión más amplia sobre enfoque de desarrollo, donde lo ambiental no esté aislado de lo económico.